Cultura purépechas
La cultura del pueblo Purépecha está absolutamente ligada con su pasado histórico conquistador y forjador del imperio. En un momento, los esfuerzos por integrar a las nuevas zonas fue constante. De todos modos puede recalcarse ciertos aspectos de la cultura de esta zona de Mesoamérica.
Religión de los Purépechas
Los Purépecha eran politeístas, consideraban a la vida en tres espacios separados. Por debajo de la tierra se encontraba el mundo de los muertos, en la superficie de ésta transcurría el mundo de los vivos mientras que en el cielo el de los dioses creadores.
Con respecto a los muertos, éstos eran incinerados, venerados y enterrados al fallecer. También se sacrificaban a sus esposas y sirvientes quienes eran enterrados junto al difunto.
De los dioses el más venerado era el del fuego conocido como Curicaueri, quien tenía un hijo homónimo considerado deidad solar. Mientras tanto Xaratanga era una diosa lunar y Cuerauáperi era la diosa creadora madre de las demás deidades.
Al dios solar se lo representaba por un águila y un colibrí, éste último era llamado tzintzuni en la lengua purépecha. Razón por la cual la ciudad Tzintzuntzan se llamaba de esa manera, pues su significado es “donde está el colibrí”.
Con respecto a los muertos, éstos eran incinerados, venerados y enterrados al fallecer. También se sacrificaban a sus esposas y sirvientes quienes eran enterrados junto al difunto.
De los dioses el más venerado era el del fuego conocido como Curicaueri, quien tenía un hijo homónimo considerado deidad solar. Mientras tanto Xaratanga era una diosa lunar y Cuerauáperi era la diosa creadora madre de las demás deidades.
Al dios solar se lo representaba por un águila y un colibrí, éste último era llamado tzintzuni en la lengua purépecha. Razón por la cual la ciudad Tzintzuntzan se llamaba de esa manera, pues su significado es “donde está el colibrí”.
Sociedad Purépecha:
La sociedad ha sido marcada por un contexto de conquistas y guerra. Tuvo una organización fuertemente monárquica y elitista. El poder militar era una cuestión muy venerable para ésta sociedad.
Los altos ejecutivos gozaban de bienes materiales importantes y de suministros garantizados. La organización gubernamental estaba burocratizada y contaba de un jefe de linaje, rey, cazonci o también llamado Irecha. Luego sucedía el primer ministro o Angatacuri; Luego el lider militar o capitán, el principal sacerdote o petámuti, el ministro de tributo, el caracha-capacha, achaecha, quangariecha, ocámbecha y los jefes cuya función era guardar y distribuir el tributo conocidos como mayordomos.
Los puestos se supone que eran heredables de padres a hijos que hayan nacido del matrimonio más antiguo.
La sociedad ha sido marcada por un contexto de conquistas y guerra. Tuvo una organización fuertemente monárquica y elitista. El poder militar era una cuestión muy venerable para ésta sociedad.
Los altos ejecutivos gozaban de bienes materiales importantes y de suministros garantizados. La organización gubernamental estaba burocratizada y contaba de un jefe de linaje, rey, cazonci o también llamado Irecha. Luego sucedía el primer ministro o Angatacuri; Luego el lider militar o capitán, el principal sacerdote o petámuti, el ministro de tributo, el caracha-capacha, achaecha, quangariecha, ocámbecha y los jefes cuya función era guardar y distribuir el tributo conocidos como mayordomos.
Los puestos se supone que eran heredables de padres a hijos que hayan nacido del matrimonio más antiguo.
Arte y Artesanías de los Purépecha
La cerámica es una de las obras de un pueblo que indica sedentarismo. En el caso de los Purépecha ésta poseía representaciones artísticas sorprendentemente terrenales. Es decir, no se preocupaban por representar deidades sino acciones de la vida cotidiana. Ésta comunidad tenía un gran aprecio por la vida y lo demostraban en sus obras de arte.
Les comparto mi poema, por el Día Internacional de la Mujer:
ResponderEliminarERENDIRA, LA PRINCESA
Purépecha resistencia,
al yugo del invasor,
ahí radica la esencia
de su linaje de honor.
¿Quién fue esa linda niña,
del lago, de la campiña,
que montose en un caballo,
blanco, veloz, como rayo?
Eréndira, La Princesa,
reflejo de la entereza,
de noble cuna y nacencia,
líder de la resistencia.
Elogiemos los esmeros,
de un puñado de guerreros,
de patriotas, nacionales,
rendidos por criminales.
¿Cómo explicar, con palabras,
la valentía de su sangre?,
¡contesta Olid, tú que cargas
la ofensa de esa raigambre!
Claro que los conquistaron,
sobre inocencia triunfaron,
con el vigor de las armas,
vencieron tan fieles almas.
La heroína michoacana,
sintió la traición cercana,
del despechado Nanuma,
que trocó oro por pluma.
La codicia estaba en casa,
un cobarde así, fracasa,
con su conciencia se enfrenta,
deslealtad, terrible afrenta.
Zinzicha, El Emperador,
entregose sin pudor,
indefenso, en lo absoluto,
Tzintzuntzan vistió de luto.
Eréndira, la indomable,
con tenacidad por sable,
no pidió salvoconducto,
en Pátzcuaro fue el reducto.
Viendo humillada su casa,
fortificó bien la plaza,
ya decidida a morir,
antes que perdón pedir.
Combatió, al darse cuenta
que, en esa batalla cruenta,
los soldados castellanos
masacraban sus hermanos.
Timas, su padre adorado,
fue también sacrificado,
muy brutal fue la campaña
que forjó tan triste hazaña.
Eréndira, La Princesa,
fuerza altiva que no cesa,
con corazón entregado
a su pueblo desgraciado.
Se negaba, por su alteza,
a dar muestras de flaqueza,
vendió cara la derrota,
¡la dignidad no se agota!
En recuerdo, “El Barrio Fuerte”,
que lo ilumine la suerte,
no olvidemos tal tormento,
le hace falta un monumento.
Erendira, La Princesa,
¡que majestad, que realeza,
pureza de las mujeres,
históricos sus ayeres!
Visionaria defensora
de una región que te añora,
precursora feminista,
por tu raza . . . humanista.
Imagen de divinos sueños,
grandes como tus empeños,
te fuiste al bosque de pinos,
¿no extrañas tu gente?, . . . dinos.
Sube a tu corcel, doncella,
rebelde, leal estrella,
vuelve a tu tierra, tu templo,
debemos seguir tu ejemplo.
Bella “mañana risueña”,
de tu libertad se dueña,
despierta mujer, despierta,
vales mucho, ya despierta.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
México, D. F., a 10 de mayo del 2013.
Reg. SEP. Indautor No. 03-2013-051712171201-14
Dedicado al Sr. Crisanto Campos Cruz