HORIZONTES CULTURALES




domingo, 11 de septiembre de 2011

cultura Purepecha o Tarascos

Cultura purépechas
La cultura del pueblo Purépecha está absolutamente ligada con su pasado histórico conquistador y forjador del imperio. En un momento, los esfuerzos por integrar a las nuevas zonas fue constante. De todos modos puede recalcarse ciertos aspectos de la cultura de esta zona de Mesoamérica.

Religión de los Purépechas
Los Purépecha eran politeístas, consideraban a la vida en tres espacios separados. Por debajo de la tierra se encontraba el mundo de los muertos, en la superficie de ésta transcurría el mundo de los vivos mientras que en el cielo el de los dioses creadores.

Con respecto a los muertos, éstos eran incinerados, venerados y enterrados al fallecer. También se sacrificaban a sus esposas y sirvientes quienes eran enterrados junto al difunto.

De los dioses el más venerado era el del fuego conocido como Curicaueri, quien tenía un hijo homónimo considerado deidad solar. Mientras tanto Xaratanga era una diosa lunar y Cuerauáperi era la diosa creadora madre de las demás deidades.

Al dios solar se lo representaba por un águila y un colibrí, éste último era llamado tzintzuni en la lengua purépecha. Razón por la cual la ciudad Tzintzuntzan se llamaba de esa manera, pues su significado es “donde está el colibrí”.

Sociedad Purépecha:
La sociedad ha sido marcada por un contexto de conquistas y guerra. Tuvo una organización fuertemente monárquica y elitista. El poder militar era una cuestión muy venerable para ésta sociedad.
Los altos ejecutivos gozaban de bienes materiales importantes y de suministros garantizados. La organización gubernamental estaba burocratizada y contaba de un jefe de linaje, rey, cazonci o también llamado Irecha. Luego sucedía el primer ministro o Angatacuri; Luego el lider militar o capitán, el principal sacerdote o petámuti, el ministro de tributo, el caracha-capacha, achaecha, quangariecha, ocámbecha y los jefes cuya función era guardar y distribuir el tributo conocidos como mayordomos.
Los puestos se supone que eran heredables de padres a hijos que hayan nacido del matrimonio más antiguo.


Arte y Artesanías de los Purépecha
La cerámica es una de las obras de un pueblo que indica sedentarismo. En el caso de los Purépecha ésta poseía representaciones artísticas sorprendentemente terrenales. Es decir, no se preocupaban por representar deidades sino acciones de la vida cotidiana. Ésta comunidad tenía un gran aprecio por la vida y lo demostraban en sus obras de arte.

horizonte posclasico

cultura de Comala

Los pobladores más antiguos del territorio de Comala se establecieron ahí hace más de 3,000 años. En esta zona florecieron importantes culturas como la olmeca, náhuatl (500 a. C.), tolteca, chichimeca (durante la época clásica, 1154-1429 d. C.), y la tarasca, que era la principal cultura a la llegada de los españoles, lo cual es muestra de la diversidad cultural que desde siempre ha existido en dicho lugar.


En 1527, la región de Comala fue dada en Encomienda a Bartolomé López; durante más de 300 años este lugar fue considerado como asentamiento, rancho, pueblo, e incluso a principios del siglo dieciocho, aún se denominaba República de Indios, con un gobernador como autoridad. Fue hasta 1820 que Comala se constituyó como ayuntamiento, de conformidad con la Constitución de la Monarquía Española, y el primer alcalde fue Don Cayetano Pizarro. En 1857, Comala fue erigido como ayuntamiento, de acuerdo a la nueva Constitución Republicana. Actualmente la Señorita Bibiana Primera es la Reina del Municipio Así como reina también de las Fiestas Charrotaurinas.
En lo que respecta a servicios públicos, éstos empezaron a brindarse a partir de 1906, cuando comenzó el servicio de energía eléctrica en Comala, Colima y Villa de Álvarez, procedente de la primera planta de luz en el estado, ubicada precisamente en la localidad de El Remate, municipio de Comala.


Toponimia


Comala, “Lugar donde se hacen comales” o “Lugar de comales” o “Comalería”, significado que proviene de los vocablos náhuatl AnyComalli que significan “lugar” y “comal” respectivamente. El nombre de Comala evoca a la época en la que los artesanos del lugar elaboraban comales de barro. Es uno de los lugares más famosos de Colima gracias a la leyenda, el folclor y las tradiciones que se han entretejido a partir de su conmovedora mención en la novela Pedro Páramo, del reconocido escritor jalisciense Juan Rulfo. Significa: Lugar de Comales o Comalería. Fue asiento de importantes núcleos indígenas que aún existen en Suchitlán (tierra de flores), Cofradía de Suchitlán y Zacuálpan, donde se ha extraído abundante y admirable cerámica arcaíca.

tradicion de Tumbas de Tiro

Las tumbas de tiro
Detalle de una escultura del estilo denominado chinesco. Cultura de Nayarit, período Clásico, Nayarit (México).Las llamadas tumbas de tiro son unas sepulturas características de determinados sitios arqueológicos de Jalisco, Nayarit y Colima, en México. Se consideran pertenecientes a la llamada Tradición de las tumbas de tiro, que se estima se desarrolló entre los años 200 a. C. y 600 dC.

Estructura
Consisten en un tiro o pozo de 2 a 16 metros de profundidad de sección circular o rectangular que se excava en la tierra. Al llegar a determinada profundidad se excava hacia a un lado una o varias cámaras funerarias que contendrá el cadáver y sus ofrendas. Estas cámaras están comunicadas entre sí con pequeños túneles en las cuales se han encontrado elementos ceremoniales que acompañaban a los muertos. Una vez hecho el enterramiento, se cierra la comunicación entre la cámara y el tiro, se llena el tiro de tierra y, en general, no queda ninguna huella de la tumba. Las variaciones entre las tumbas pueden deberse a la calidad del subsuelo, a la categoría social de la persona o de las personas enterradas o simplemente al estilo de moda en determinada área o determinado tiempo.

Por lo general las tumbas de tiro pueden albergar a varios cuerpos.

Los estudios de las piezas contenidas en las tumbas y algunos fechamientos por carbono 14 indican que su uso cubre un período que va de poco antes de Cristo hasta el año 600. Algunas de las tumbas son muy complicadas y tienen varias cámaras funerarias



Distribución
La tumba de tiro más conocida es la de Etzatlán (El Arenal (Jalisco)), con tres cámaras y 16 metros de profundidad.

Aparte de su presencia en el Occidente de México, este tipo de tumbas existen también en otros lugares de Sudamérica. Son particularmente abundantes en el área de Ecuador y Colombia. Este hecho y otros rasgos culturales que existen entre el Occidente y esta región de Sudamérica tiende a indicar antiguas relaciones entre estas dos áreas distintas


Una escultura del estilo de Ameca.[editar] OfrendasLas ofrendas constaban de piezas de cerámica con representaciones de hombres o mujeres en alguna actividad, como testimonio del tipo de vida que habían llevado (por ejemplo, cazadores, músicos, agricultores con sus enseres e indumentaria). También había piezas cotidianas o de ornato y su nahual, compañero en el viaje al inframundo, disfraz del dios de la muerte, que conduce o guía el alma del muerto a través de los nueve torrentes que separan al difunto del cielo. Este nahual era un animal que podía ser un loro, un pato, una víbora, aunque usualmente era un perro: estos animales popularmente se convirtieron en los perros pelones o izcuintli, figuras muy representativas y conocidas como emblema de Colima, de las cuales se tienen figuras similares en la cultura mochica del Pe

HORIZONTE CLASICO

sábado, 10 de septiembre de 2011

Cultura Teuchitlan

Teuchitlán proviene del náhuatl y quiere decir lugar dedicado al dios o lugar del dios Tenoch. Tiene sus orígenes en la época prehispánica, pues fue fundado por tribus nahuatlacas en el cerro llamado hoy Guachimontón y formaba parte del señorío de Etzatlán.
Se ubica al centro de Jalisco, teniendo como extremos las cordenadas 20 grados 33’50’’ y 20grados 47’40’’ de latitud norte, y 103 grados 47’30’’ a los 103 grados 51’20’’ de longitud oeste. La altura media de Teuchitlán es de 1300 metros sobre el nivel del mar.

Arqeologia

Teuchitlán es conocido por la presencia de un centro ceremonial prehispánico, llamado Guachimontones en honor del cerro homónino que es su locación. Este centro ha sido sólo recientemente excavado (a partir de 1999), estudiado y parcialmente restaurado por un equipo mixto de arqueólogos locales y extranjeros, dirigido por el arqueólogo de la Universidad de Illinois, Philip Clayton Weigand Moore.

Gastronomía

Su principal platillo son las ancas de rana cocinadas de varias maneras,como a la diabla, empanizadas,caldo,zarandeadas,y otros platillos a base de pescado y mariscos sin olvidar los antojitos mexicanos mole, carne en su jugo, birria, pozole, enchiladas y hasta tortas ahogadas, como bebidas el tequila y el tejuino.

Patrimonio Mundial de la Humanidad

El 12 de julio de 2006, la zona que incluye Teuchitlán, 34.658 hectáreas entre el pie del Volcán Tequila y el profundo cañón del río Grande de Santiago, y su lugar cultural Guachimontones, ha entrado a formar parte de la Lista del Patrimonio Mundial junto a otros parajes del mundo por decisión del Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco, en su sede en Vilna, Lituania; en la reunión anual de 2006, bajo el nombre de Paisaje agavero y antiguas instalaciones industriales de Tequila.


viernes, 9 de septiembre de 2011

ChUpIcUaRoo

Historia
Esta zona arqueológica prehispánica se localizó en la rivera del Rio Lerma, en una zona entre las ciudades actuales de Acámbaro y Tarandacuao, en el estado de Guanajuato, México. Poco se conoce de la historia de este asentamiento, y no es sino hasta después del año 1946, debido a la construcción de una presa, que se realizaron las primeras exploraciones y descubrimientos de objetos de alfarería y tumbas. Actualmente el lugar se encuentra debajo de las aguas de la Presa Solís aunque existen zonas a los alrededores que siguen siendo exploradas
Grupos nómadas chichimecas (guamares y guachichiles) llegaron procedentes del actual estado de San Luis Potosí
De acuerdo con varios autores, se estima que este asentamiento tuvo lugar entre 500 a. C. a 300 d. C. Los primeros habitantes de esta zona fueron cazadores-recolectores que vivían lo largo del río y eventualmente desarrollaron conocimientos agrícolas.
Se establecieron en una aldea extendida conformada por chozas construidas sobre plataformas revestidas de piedra y con pisos de lodo. Cultivaban maíz, fríjol y calabaza, aprovechando las márgenes del río Lerma y sus afluentes. Por la existencia de metales y molcajetes de piedra se sabe que molían el maíz, y probablemente sembraron chile y tomates silvestres. También se sabe que practicaron la caza, la pesca y la recolección de productos silvestres.

Cultura Chupícuaro

Esta cultura tiene mucha importancia por la influencia que ejerció que tuvo en la zona. Es posible que se extendió hasta el sur de Estados Unidos, 500 años a.C. Existen teorías de que los primeros habitantes de Guanajuato pertenecieron a esta cultura.
La cerámica de esta cultura es anterior al periodo clásico, incluye figurillas angulosas con formas geométricas. En el Museo de Acámbaro se exhiben con piezas de la cultura otomí, mazahua y tarasca.
Aparentemente la cultura Chupícuaro se desarrolló en un amplio territorio, u se definió como estilo o Tradición Chupícuaro (Beatriz Braniff), en Guanajuato, Michoacán, Guerrero, Estado de México, Hidalgo, Colima, Nayarit, Querétaro y Zacatecas. Se estima que Chupícuaro facilitó la expansión hacia el norte, de elementos mesoamericanos (Raíces culturales del Occidente de México y tal vez del Noroeste, comparable con la Cultura Olmeca en el resto de Mesoamérica (Jiménez Moreno, 1959:1043).
 Chupícuaro tuvo un gran desarrollo cultural y expansión de su estilo en áreas alejadas al centro difusor e influyó en tradiciones alfareras que llegaron a perdurar hasta fines del período Clásico, inclusive hasta el Posclásico, como se aprecia en la cerámica tarasca de Michoacán. A fines de 1985, en la primera Reunión sobre Sociedades Prehispánicas, se planteó con respecto a la Cultura Chupícuaro, que los grupos que manufacturaban la cerámica con tradición Chupícuaro, debían considerarse como parte de las sociedades estratificadas mesoamericanas, con una estructura política y territorial definida y no como sociedades aldeanas aisladas, carentes de arquitectura y centros ceremoniales. A partir de ese primer impulso, los grupos sociales posteriores presentaban expresiones culturales de naturaleza propia a nivel regional dentro del contexto mesoamericano (Crespo, et. al., 1988:259).



Culturas de la Región

En la región de Acámbaro hubo Cinco Culturas Prehispánicas:
  • Chupícuaro - Preclásico Superior - 800 A. de C. al 200 D. de C.
  • Los Morales - Preclásico Superior - 400 A. de C. al 250 D. de C.
  • Teotihuacán - Horizonte Clásico - 200 D. de C. al 900 D. de C.
  • Tolteca - Posclásico Temprano - 900 D. de C. al 1200 D. de C.
  • Tarasca - Posclásico Tardío - 1200 D. de C. al 1525 D. de C.


miércoles, 7 de septiembre de 2011

 

Cerámica Capacha


Exámenes de muestras de cerámica encontrada en varios sitios del estado de Colima, San Blas e Ixtapa y Tomatlán (estado de Jalisco) por termo luminiscencia y Carbono C14 han proporcionado fechas entre 1320 y 220 a.C.
Características de la cerámica
La originalidad de Capacha se basa en dos tipos específicos de cerámica.
  • Recipientes de cerámica grandes, su forma es de dos vasija globulares apiladas uno sobre la otro. Lleva el nombre Bule.
  • Cerámica que consiste de dos recipientes globulares sobrepuestos e interconectados entre sí por dos o tres tubos. La forma de esta cerámica asemeja a la tradición de cerámica con asas de estribo de américa del sur.



Cultura Capacha


Capacha es un yacimiento arqueológico ubicado a unos seis kilómetros al noreste de la Ciudad de Colima, en el estado de Colima. Este sitio es el núcleo de la Cultura Capacha.
La cultura Capacha se ubica entre la sierra de Jalisco y la zona del valle de Colima. Varios sitios de la zona tienen relaciones con el complejo Capacha, como el Embocadero II (800 a.C.), en el valle de Mascota, tiene antecedentes inmediatos a la tradición de tumbas de tiro. También existe evidencia de artículos de piedra verde, cuentas cilíndricas de jadeíta y posiblemente de amazonita, así como fragmentos de turquesa.(Mountjoy 2004).1

Se sabe que hubo relaciones cercanas entre los sitios de Capacha y El Opeño, por la relación cerámica existente entre los tipos rojo zonal y rojo guinda/crema, así como semejanzas entre tipos de figurillas de ambos complejos.
Esta información se corrobora por figurillas de estilo Opeño y cerámica tipo Capacha encontradas en la zona de Tuxpan - Tamazula – Zapotlán; así como otros lugares de Jalisco, donde se han identificado tumbas de tiro con planta semejante a las de El Opeño y vasijas de cerámica similares a las de Capacha.
Adicionalmente, se sabe que El Opeño y Capacha tuvieron algún tipo de contacto con culturas del centro de México, por ejemplo Tlatilco, entre 1300 y 900 a.C., que probablemente tuvo en esa época un mayor nivel de desarrollo. Desde tiempo atrás, Beatriz Braniff y otros investigadores señalaron la presencia de un "tertium quid" en la parte central de México, diferenciado de las tradiciones olmeca y del centro de México, cuyo origen fue la región del Occidente.

lunes, 5 de septiembre de 2011

CULTURA OPEÑA...

El Opeño es un yacimiento arqueológico que se localiza en Jacona de Plancarte, un municipio del estado mexicano de Michoacán enclavado en el Valle de Zamora. Da su nombre a una cultura precolombina conocida especialmente por los materiales de cerámica encontrados en los complejos funerarios de la zona, mismos que han sido fechados en el Preclásico Tardío de Mesoamérica. La importancia de El Opeño en la arqueología mesoamericana radica en su antigüedad y en la amplia difusión de su estilo, contemporáneo de otros desarrollos culturales indígenas como la cultura Capacha y anterior a la cultura de Chupícuaro que se desarrolló en el Bajío. Las tumbas de El Opeño son las más antiguas de Mesoamérica.

Han sido fechadas alrededor del siglo XVI a. C., por lo que anteceden el desarrollo de la cultura olmeca, que tuvo sus centros principales en la costa del golfo de México y floreció unos siglos más tarde. Los descubrimientos de El Opeño fueron un hito que permitió poner en tela de juicio el carácter que se atrubuía a los portadores de la cultura olmeca como los fundadores de Mesoamérica.

El Opeño está constituido por un conjunto funerario que suele ser incluido en la tradición de las tumbas de tiro, que se difundió por gran parte del Occidente de Mesoamérica, sobre el territorio de lo que actualmente constituyen los estados de Jalisco, Colima, Nayarit y Michoacán. Los entierros de El Opeño, como los de el resto de las zonas donde se han encontrado materiales de la Tradición de las tumbas de tiro, se distinguen precisamente por su excepcionalidad en el marco de Mesoamérica. Ningún otro pueblo mesoamericano construyó antes del florecimiento ni después del declive de esta tradición monumentos funerarios de este tipo. Se trata de tumbas verticales, o casi verticales, que fueron excavadas en el tepetate o toba volcánica que forma parte del subsuelo de la región. El acceso a las cámaras funerarias subterráneas se efectuaba de modos diversos, por ejemplo, en Nayarit, es común que las tumbas cuenten con tiros muy profundos, aunque en El Opeño contaron con escaleras. En el complejo funerario de El Opeño han sido descubiertas doce tumbas, todas las cuales muestran indicios de planificación arquitectónica. Asimismo, el complejo en su totalidad está organizado en torno a un plan global.
Las tumbas de El Opeño pueden ser consideradas el antecedente más antiguo de la llamada tradición de las tumbas de tiro, en la cual se suelen incluir los materiales de este yacimiento arqueológico michoacano. La arquitectura de El Opeño, como se ha señalado anteriormente, cuenta con características muy particulares que no fueron retomadas en las necrópolis más tardías de Jalisco, Colima y Nayarit. Es importante señalar que la arquitectura funeraria, con características similares o divergentes, fue practicada por los pueblos que vivieron en una amplia región de América continental, y en distintas épocas, en los tiempos anteriores a la llegada de los europeos. Esta región se extiende desde el llamado Occidente de Mesoamérica hasta el norte de Perú, siguiendo la costa del Océano Pacífico.[3] La continuidad geográfica y temporal de estas prácticas requiere de análisis más profundos que permitan comprender mejor los vínculos entre estos pueblos.

 



horizonte preclasico
En torno a la necrópolis de El Opeño no se ha encontrado ningún resto material de las poblaciones de los constructores de las tumbas. Esto motivó que se les representara como un pueblo que se encontraba en la transición hacia el sedentarismo agrícola que caracterizó a las sociedades urbanas de Mesoamérica en el Preclásico Medio. Sin embargo, el análisis de los materiales arqueológicos encontrados en las tumbas —tanto los restos óseos de sus ocupantes como las ofrendas con que fueron enterrados— muestra que los constructores de las tumbas de El Opeño fueron miembros de un pueblo claramente sedentario, con una elevada estratificación social que se refleja en las diferencias entre los bienes ofrendados a los muertos.